CINE EUROPEO DE LOS 30 Y 40

INTRODUCCIÓN

El cine es el arte de componer y realizar películas para proyectarlas en una sala de espectáculos y estas proyecciones son creadas por un cineasta.

Es llamado también como cinematografía, que quiere decir: arte de la reproducción fotográfica de imágenes en movimiento, aunque en un principio solo se proyectaban imágenes fijas que eran acompañadas por un piano y un relator para darle sentido a la trama.

El gran impulsor del cine de los treinta fue Alexander Korda, director y productor que consiguió una de sus grandes películas en La vida privada de Enrique VIII (1933).

Tras la implantación del sonido en todo el mundo, las industrias de cada país comenzaron a producir y a abastecer el mercado con películas que fueron interesando al público. El cine alemán se muestra muy activo durante los primeros años treinta de la mano de Joseph von Sternberg (El ángel azul, 1930, con una excepcional papel de Marlene Dietrich. Con un deseo de superar viejos traumas y, sobre todo, volver la mirada a la sociedad, surge el neorrealismo impulsado por una generación que, aunque escasa de recursos, supo ofrecer algunas de las historias más brillantes del cine en la inmediata postguerra. No obstante, el clima político que se vive en varios países a lo largo de los años treinta y la Segunda Guerra Mundial, afectaron irremediablemente en el modo de hacer y los temas a abordar por quienes deseaban dirigir cine.  (google, 2009)

El negocio cinematográfico consigue casi todos los objetivos apoyándose en los medios especializados, en cuyos espacios se recoge la incesante actividad en torno a los festivales nacionales e internacionales y los premios que se conceden en las categorías más diversas. Así pues, los vínculos existentes entre el cine y la sociedad son muy estrechos y constantes a lo largo de su historia.

La creación impulsada por la industria cinematográfica no alcanzaría el eco social que tiene -tanto en su dimensión nacional como internacional- de no ser por el diseño y la aplicación de una estrategia adecuada en la promoción y publicidad del producto que vende. Como espectáculo de masas debe contemplar con rigor la exigencia de ese público receptor, aprovechando los mitos surgidos en su propio seno y los soportes que realzan esos nombres que ejercen un poder de seducción indiscutible en la dinámica del mercado; no se olvida en este sentido todo el trasfondo propagandístico y el ejercicio censor impulsado en diversas épocas en todos los países.  (google, 2007)

CINE EUROPEO DE LOS 30 Y 40

Después de que se consolido el sonido en el arte del cine, las industrias de cada uno de los países, empezaron a crear y a vender películas en el mercado, las cuales le fueron interesando y gustando a todo el público.

Pero desafortunadamente la política se encontraba en mal estado en varios países en todo lo largo de los años treinta y durante la segunda guerra mundial y esto afecto, sin ningún remedio, los temas con que se hacían las diferentes películas por quienes querían dirigir el cine.

El cine francés se mueve en el realismo que se ofrece desde la tradición y los ambientes populares de René Clair (Catorce de julio, 1932) y Jean Renoir (Toni, 1934; Los bajos fondos, 1936; La regla del juego, 1939) y el drama que, con ciertas dosis de fatalismo, recrean Julien Duvivier (Pepe-le-Moko, 1937) y Marcel Carné (El muelle de las brumas, 1938), ambas películas interpretadas por el gran actor Jean Gabin. (google, 2008).

Con la guerra mundial se disminuyeron los espacios para crear aun mas películas y en lugar de que en ellas se pusieran temas que fueran reales, los directores franceses hicieron arreglos literarios y académicos, así que entonces fue llamado como cine de qualite y en él convivieron muchos directores solidificados y otros que eran más jóvenes.

El cine de los ingleses empezó a crear algo así como una estructura de protección para su cine, ya que se dio la fundación del cine estadounidense en su propio mercado e industria.

El gran impulsor del cine, en los años treinta fue Alexander korda, quien era director y también productor de grandes películas en esa época.

Alexander Korda consiguió uno de sus grandes películas en La vida privada de Enrique VIII (1933). Son los años en los que Alfred Hitchcock demuestra que sabe contar historias (treinta y nueve escalones, 1935; Alarma en el expreso, 1938) y Anthony Asquit alcanza su madurez con Pigmalion (1938).

Los años treinta, en el ámbito del cine confirman que los británicos son unos grandes del documental, pues con el apoyo del gobierno, un grupo de directores, realizaron un cine informativo de gran calidad, con el apoyo de grandes maestros también.

El cine alemán es uno de los tantos que se muestra muy activo durante los primeros años treinta, claro, antes de que se incorporaran al cine estadounidense.

El cine alemán iba de la mano de Joseph von Sternberg (El ángel azul, 1930, con una excepcional papel de Marlene Dietrich) y Fritz Lang (M. El vampiro de Dusseldorf, 1931, con una interpretación especial de Peter Lorre) además George W. Pabst mostró su gran vena realista en Westfront (1930) y Carbón (1932). El ascenso político de los nazis tiene su proyección en obras de singular relieve como El flecha Quex (1933), de Hans Steinhoff, y El judío Süss (1940), de Veit Harlan, mientras que la directora Leni Riefenstahl acomete dos de los pilares del documentalismo cinematográfico: El triunfo de la voluntad (1934) y Olimpiada (1936).

Con el deseo de superar los traumas que había dejado la guerra y sobre todo por volver a la sociedad, surge el neorrealismo que fue impulsado por una generación que supo ofrecer algunas de las historias más buenas y brillantes del cine.

Dada la situación política europea, Italia se ve sumida en la producción de cine con marcado cariz propagandístico en la línea de La corona de hierro (19), de Blasetti, y en la comedia intrascendente (llamada de "teléfonos blancos") de Mario Camerini (¡Qué sinvergüenzas son los hombres, 1932).

En la seguida postguerra cobro fuerza un movimiento neorrealista que se ocupaba de temas que eran sacados de la vida cotidiana y proyectada con mucho realismo y con un tono visual muy cercano al documental.

El cine soviético alcanza unos de sus grandes momentos con Iván el Terrible (1945), de Sergei M. Eisenstein, mientras que la presión política que se ejerce sobre los creadores obligará a realizar otras muchas películas que pretenden ensalzar la figura de Stalin, un culto a la personalidad que dará origen a un retroceso en la producción cinematográfica.

Y si hablamos ahora de los años cuarenta entonces diremos que van a estar dominados por la producción de John Arthur Rank, con películas de prestigio como Enrique V (1945) dirigida e interpretada por Laurence Olivier, uno de los mejores actores británicos y el que mejores adaptaciones hizo de la obra de William Shakespeare, y Breve encuentro (1945), de David Lean. Fueron años, los cuarenta, en los que el maestro Carol Reed dirige películas como Larga es la noche (1947) y El tercer hombre (1949), y los Estudios Ealing desarrollan una gran e interesante producción en el campo de la comedia social con gran ironía (Pasaporte para Pimlico, 1949; Ocho sentencias de muerte, 1949). (google, 2001).

CONCLUSIÓN

Para concluir con mi breve ensayo, pues puedo decirles que el cine europeo de los años treinta y cuarenta, se distinguió por que durante ese transcurso se crearon películas muy buenas y de gran calidad, aunque en su transcurso el cine fue perturbado por el estallido de la segunda guerra mundial, ya que durante esta pues se hicieron menos los espacios para realizar las filmaciones de las películas y los temas de ellas fueron cambiando.

Fue también en la época de los años treinta, cuando surgió el neorrealismo, que fue cuando se crearon brillantes películas.

Esto quiere decir que en cuestión de lo que tiene que ver con el cine pues éste fue un gran invento, que en su desarrollo llevo mucho tiempo y que fue creado poco a  poco por varios inventores que pusieron de su parte para desarrollar el cine en su totalidad. Llevo varios años de investigación, primero la invención de la cámara, después la captura de sombras, la proyección de las imágenes y luego el gran trabajo que surgió para poder darle movimiento a estas imágenes y claro para luego también darles sonido.

Deben de saber que los pasos que ha dado el cine a lo largo de más de un siglo de existencia ratifican un recorrido histórico lleno de realidades que , en forma de películas, han asegurado una estructura creativa e industrial que ha permitido superar los problemas que han salido al cabo de los años.

Para finalizar, queda solo argumentar que el cine ha sido un importante avance en las ciencias, al igual que cualquier otro invento, y que se necesitaron muchos inventores para que este gran descubrimiento fuera totalmente perfeccionado, tarea que realmente fue muy difícil pero que finalmente y con las aportaciones de cada personaje importante en la historia del cine pues se pudo lograr.

BIBLIOGRAFÍA

google. (28 de diciembre de 2001). Recuperado el 07 de septiembre de 2011, de http://recursos.cnice.mec.es/media/cine/bloque7/index.html

google. (25 de octubre de 2007). Recuperado el 07 de septiembre de 2011, de http://recursos.cnice.mec.es/media/cine/bloque6/index.html

google. (28 de marzo de 2008). Recuperado el 07 de septiembre de 2011, de http://recursos.cnice.mec.es/media/cine/bloque1/pag8.html

google. (09 de mayo de 2009). Recuperado el 07 de septiembre de 2011, de http://katherine-cineeuroper1.blogspot.com/2009/04/el-cine-europeo-de-los-30-y-40.html