jueves, 22 de septiembre de 2011

CINE JAPONES

INTRODUCCIÓN

El presente ensayo que les voy a presentar, tratara acerca del cine japonés, su historia y su evolución a lo largo del tiempo.
El cine japonés es una de las vertientes más especiales de la historia del séptimo arte. Sus temas se alimentan de su historia épica y trágica, de su espiritualidad ancestral o de su nueva realidad presente.
El espectáculo cinematográfico, ideado en Occidente, se propagó rápidamente a nivel mundial por el simple hecho de que, a partir de la conferencia de Berlín de los años ochenta del siglo XIX, o sea, sólo una década antes de la invención del cine, las potencias europeas y su prolongación norteamericana, se habían fagocitado el planeta, repartiéndoselo y creando un mercado mundial “globalizado”, es decir, dominado totalmente por ellas. El cinematógrafo, producto de la revolución industrial de Occidente, aparato mecánico-óptico base de un espectáculo público, de una industria y un comercio, tuvo obligada difusión  por Oriente y América Latina.
En Japón, este espectáculo se instaló tempranamente, y su aceptación fue creciendo hasta alcanzar niveles de fanatismo, superiores incluso a los de Occidente.  Hacia los años veinte, este país-potencia, creado como tal por la Inglaterra imperial para que, como discípulo y aliada, frenara el expansionismo del imperio de los zares en China –para afianzar el propio- disponía de una fuerte industria cinematográfica sólo comparable a la de Hollywood, a punto tal que la producción de films mudos, alcanzó los 800 y 900 anuales.
Como en todas partes, ese cine nacional se alimentó de los hábitos, costumbres y tradiciones de un país dos veces milenario y que disponía, además, de uno de los más ricos acerbos culturales del planeta: “la Grecia de Oriente”, como la llamara el gran historiador de arte Elie Faure.
Un personaje importante del cine en sus primeras épocas - y en el cine japonés hasta finales del mudo- fue el “charlatán” o “benshi”, encargado de comentar la trama de los films durante la misma proyección. (google, 2004).






EL CINE JAPÓNES

La historia del cine en Japón, se inicio con los trabajos de varios fundadores, esto sucedió a finales del siglo XIX. En cuatro años, la producción en Japón, ya era muy alta, por lo que también habían aparecido muchas empresas y estudios cinematográficos, que tiempo después fueron destruidos por el terremoto que sucedió en el año de 1923. Hecho que no fue un total obstáculo para el cine en Japón, pues rápidamente se volvieron a reconstruir las industrias y se continúo con la producción que llego a superar los 700 filmes en un año, en el segundo lustre de los años veinte.
Los años veinte, fueron años en los que algunos directores japoneses dieron sus primeros pasos en el cinematógrafo, creando las primeras películas que ya eran totalmente sonoras. Sin embargo, la industria japonesa dependió durante algunos años del equipamiento y películas vírgenes que llegaban del exterior. Su producción trataba más que nada de películas de la época, de feudales, de clases sociales, de la vida contemporánea, de la vida familiar y el individuo. Todos los directores se desarrollaron durante los años treinta y cuarenta sobre estos temas, y abrieron espacio a otros subgéneros que trajeron riqueza al cine, que se dio a conocer en occidente a partir de los años cincuenta.
En los años veinte el cine japonés, al igual que en muchos otros países –Estados Unidos, Francia, Alemania, Rusia-, estaba en su apogeo, tanto como industria, comercio, arte y espectáculo. Destacan los historiadores del cine japonés, los nombres de Uchida, Mizoguchi y Kinugasa. TOMU UCHIDA, se inicia en 1927 con EL ZAPATO y realiza una adaptación revolucionaria –según Sadoul- de “El pájaro azul” de Maeterlinck. En los años treinta realiza, para el movimiento que algunos denominan “neorrealismo japonés” –anterior al italiano- LA CIUDAD DESNUDA (1936) y LA TIERRA (1939). Durante la guerra, enviado a Manchuria, se pasa a los ejércitos libertadores de Mao y ayuda a organizar sus servicios cinematográficos. Regresa a Japón años después, terminada la guerra de Corea, y sigue realizando films hasta la década del sesenta, tendiendo a especializarse en el género histórico. Adapta, también, obras del teatro Kabuki, como LA ZORRA LOCA de 1962. (google, 2001).
Los principales festivales internacionales de cine (Cannes, Venecia) abrieron las puertas al cine japonés concediendo importantes premios a películas como Rashomon (1950), de Akira Kurosawa —Oscar a la mejor película extranjera-, Cuentos de la luna pálida de agosto (1953) y El intendente Sansho (1954), de Kenji Mizoguchi, y La puerta del infierno (1953), de Teinosuke Kinugasa —también Oscar a la mejor película extranjera-. Se descubrió en estas películas que su estructura narrativa estaba muy evolucionada y que tenía muchos puntos de contacto con todo lo desarrollado en Occidente. Son películas de época, históricas, feudales que sorprenden en todo el mundo y obligan a una revisión del cine anterior, circunstancia que se produce en diversas Filmotecas y ciclos culturales. También descubren el buen hacer de actores como Toshiro Mifune, Chishu Ryu, Kinuyo Tanaka, Machico Kyo, Kazuo Hasegawa, Hideko Takamine, Masayuki Mori e Isuzu Yamada, Takashi Simura, Tatsuya Nakadai, entre otros.
Quien logró asentarse en las salas occidentales con regularidad fue Akira Kurosawa, que sorprendió a lo largo de su carrera con títulos excepcionales como Vivir (1953), Los siete samuráis (1954), El mercenario (1961), Dersu Uzala (1975), Kagemusha (1980) y Ran (1985), en los que profundiza, desde perspectivas diversas y momentos históricos diferentes, en el hombre y su relación con los demás. Con buen pulso narrativo irrumpe también en escena Kon Ichikawa con El arpa birmana (1956), un soberbio trabajo sobre el horror de la guerra que fue premiado en el Festival de Venecia.  (google, 2004).
Años después llegaron nuevas películas que siguieron llamando la atención por sus buenas historias y la reflexión de los directores sobre temas que trataban acerca de la tradición japonesa, pues se metían en los sentimientos, en la realidad de cada día de los habitantes de un pueblo que seguía conviviendo aun con su antigüedad. El comic también jugó un papel muy importante en Japón, tuvo sus proyecciones internacionales, de la mano de directores como Akira y Otomo.
La primera película cinematográfica producida en Japón fue el corto-documental Geisha no teodori (芸者の手踊り) en junio de 1899.
La primera estrella del cine japonés fue Matsunosuke Onoe, un actor de kabuki que apareció en más de 1.000 películas, sobre todo cortometrajes, entre 1909 y 1926. Él y el director Shozo Makino volvieron populares a las películas del género jidaigeki.[]
La primera actriz japonesa en aparecer profesionalmente en una película, fue la bailarina y actriz Tokuko Nagai Takagi, quien apareció en cuatro cortometrajes de la productora estadounidense Thanhouser Company entre 1911 y 1914. (google, 2004)[].
A diferencia de la producción de cine de Hollywood, durante la década de los años treinta, en Japón todavía se producían filmes mudos. Durante el periodo mudo, en Japón, la mayor parte de las salas de cine ocupaban narradores que acompañaban al filme, al igual que una banda sonora que interpretaba el drama en vivo.
Muchas tragedias, como la del terremoto, los bombardeos en Tokio cuando sucedió la segunda guerra mundial, y algunos efectos naturales, ayudaron para que quedaran muy pocos filmes de este periodo.




CONCLUSIÓN

Para concluir con el presente ensayo, espero que hayan comprendido y entendido la historia del cine japonés, durante la década de los años veinte.
Nos queda claro que el cine se ha convertido en una de las formas de expresión universal. Más allá de las fronteras, el arte cinematográfico es un conjunto de mensajes culturales,  sociales, locución y difusión de las tradiciones de los pueblos hispanohablantes.
Como siempre son los grandes personajes los que hacen que el cine valla cambiando y sus grandes creaciones son las que marcan la historia del cine.
En este caso el cine japonés ha sufrido también muchos cambios a lo largo de su historia, ya que cada filmación que se realiza se toma en cuenta para que posteriormente se vallan mejorando, ósea que de las primeras se toman argumentos para realizar mejor las que siguen o las que seguirán posteriormente.
En la época del cine japonés, aparecieron muy buenos actores y directores de ese mismo país, con  nuevos ideales, y que se preocupaban por crear películas que trataran temas relacionados a sus costumbres japonesas.
Esta época fue marcada también por la segunda guerra mundial, pues durante esta, muchas industrias y estudios cinematográficos se vinieron abajo, aunque esto no fue un obstáculo para los japoneses pues pronto se volvieron a recuperar y siguieron creando aun mas películas, que pronto se fueron extendiendo por todo el occidente.















BIBLIOGRAFÍA

google. (11 de agosto de 2001). Recuperado el 17 de septiembre de 2011, de http://www.academiadelapipa.org.ar

google. (03 de noviembre de 2004). Recuperado el 17 de septiembre de 2011, de http://www.temakel.com/cinehjapones.htm

google. (02 de enero de 2004). Recuperado el 17 de septiembre de 2011, de http://recursos.cinice.mec.es/media/cine/bloque1/pag12.html

google. (29 de junio de 2004). Recuperado el 17 de septiembre de 2011, de http://es.wikipedia.org/wiki/cine de jap%C3%B3n








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